150 grs. de avellanas troceadas
150 grs. de chocolate blanco
150 grs. de azúcar
2 huevos
100 grs. de mantequilla a temperatura ambiente
70 grs. de harina
1 cucharadita de royal
sal
Bufff que bueno!!! Este pastelito fue un éxito rotundo! Ya solo probar la masa en crudo era una auténtica delicia! Y muy sencillo, 0 probabilidades de fracaso!!
En un bol mezclamos las avellanas troceadas groseramente con un poco de harina, solo para que queden un poco “rebozadas”. Por otro lado, batimos la mantequilla con el azúcar hasta que la mezcla blanquee y aumente de volumen ligeramente. Añadimos los dos huevos batiendo hasta que estén bien integrados
Fundimos el chocolate blanco (como siempre mucha prudencia, si lo hacéis al microondas es mejor ir dando golpes de calor de unos cuantos segundos, retirar el chocolate, mezclar bien y comprobar si necesita mas tiempo antes que pasaros de calor y que se os queme). Una vez fundido, lo añadimos a la mezcla anterior.
Por otro lado, tamizamos la harina y la levadura, añadimos la sal, y juntamos las dos mezclas batiendo con cuidado.
Es importante forrar el molde con papel de hornear. Yo uso un molde desechable de los rectangulares (para un molde de los grandes, doblo la cantidad) y le pongo encima el papel, añado la masa, aliso un poco la superficie y listos. Luego ya cada una con su horno, hasta que esté doradito y si pinchamos la masa con un palito salga limpio.
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